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Mercado de BrasilDurante las dos últimas décadas, Brasil ha crecido ininterrumpidamente y se ha posicionado como una de las potencias económicas de América Latina. El enorme tamaño del país, la diversidad económica, la estabilidad del gobierno y la riqueza de los recursos naturales atraen la inversión extranjera y la confianza de las naciones desarrolladas en todo el mundo. Con un Producto Bruto Interno (PBI) de 1.600 billones de dólares (2008), Brasil ostenta actualmente la décima economía más grande del mundo. El real brasileño El real (cuyo símbolo es R$) es la moneda brasileña y ha estado en circulación desde 1994. El gobierno introdujo el real moderno como parte de un importante paquete de reforma monetaria con el objetivo de finalizar con treinta años de inflación desmedida. Inicialmente, el real tuvo una tasa de cambio fija de 1:1 con el dólar estadounidense. Sin embargo, la moneda luego sufrió una devaluación de la tasa de aproximadamente 2:1 en 1999, y luego, de 4:1 en 2002. La moneda se ha recuperado y estabilizado desde ese entonces, con tasas de cambio que rondan 2:1 desde 2006. Bienes de consumo y recursos naturales Brasil abastece al mundo con bienes de consumo y recursos naturales como madera y petroquímicos. Vastos depósitos de hierro, magnesio, níquel, estaño, uranio, bauxita, berilio, cobre, plomo, tungsteno, cinc, oro y otros minerales son importantes fuentes de materias primas industriales y dan cuenta de una parte importante de las ganancias de exportación. Los depósitos submarinos de petróleo recientemente descubiertos animan aún más las perspectivas favorables del país. Las industrias brasileñas Las políticas económicas de Brasil, por lo general, favorecen la inversión extranjera. De hecho, Brasil es el mayor receptor de inversión extranjera directa en América Latina, con los Estados Unidos como inversor extranjero principal. El país ostenta uno de los sectores industriales más avanzados de toda Latinoamérica. Las operaciones industriales dan cuenta de un tercio del PBI del país, con una base industrial diversa que incluye automóviles y piezas de repuesto, maquinarias y equipos, calzado, textiles, cemento, computadoras, aeronaves y bienes de consumo duraderos.
La industria de servicios de Brasil, sofisticada y diversa, incluye sectores como las telecomunicaciones, la energía, la banca, el comercio y la tecnología de la información. Brasil también se enorgullece de ser líder en ciencia y tecnología en América del Sur. Brasil disfruta de reconocimiento internacional por sus contribuciones científicas en áreas como biocombustibles, investigación agrícola, exploración petrolera en aguas profundas y detección remota. El país también ha surgido como líder en tercerización de servicios de TI en América Latina. Zonas horarias contiguas, proximidad física a los Estados Unidos, compatibilidad cultural y ahorros en los costos de mano de obra hacen que Brasil sea un país muy atractivo para las empresas que buscan tercerizar tareas como diseño web y programación. El sector agrícola La economía de Brasil también se basa en gran parte en el sector agrícola, que es clave para el crecimiento económico del país y las perspectivas de comercio exterior. La agricultura da cuenta de aproximadamente el 5,8 % del PBI del país y del 36 % de sus exportaciones. En 2008, Brasil anunció un saldo positivo del comercio agropecuario de 60.000 millones de dólares. Brasil se adjudica el primer lugar en la producción mundial de caña de azúcar, café y frutas tropicales, y con 170 millones de cabezas de ganado, alberga la manada comercial más grande del mundo. Brasil también produce una importante cantidad de porotos de soja (después de los Estados Unidos), maíz, tabaco, cacao y algodón. Vulnerabilidades Por su solidez económica y sus políticas fiscales y monetarias firmes y a largo plazo, Brasil es el primer país de América Latina en superar la crisis económica mundial, pero a pesar de los importantes beneficios económicos, el país aún enfrenta considerables vulnerabilidades económicas: una enorme carga impositiva, distribución inequitativa de la riqueza y regulaciones onerosas para corporaciones privadas. Además, la recesión mundial ha interferido con los esfuerzos del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para acelerar la expansión económica. A pesar de que los innovadores programas sociales implementados en los últimos años han servido para nivelar de algún modo la igualdad de condiciones, como muchos países latinoamericanos, Brasil todavía sufre una gran desigualdad entre ricos y pobres. Existen enormes diferencias regionales, en especial en cuanto a los índices de salud, mortalidad infantil y nutrición; a las regiones prósperas en el sur y sureste les va mucho mejor que a las regiones menos afortunadas al norte y noreste. La Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos La reciente prosperidad económica del país ha cosechado dos excelentes oportunidades para apropiarse del escenario mundial: la Copa del Mundo llega a Río de Janeiro en 2014 y dos años más tarde, los Juegos Olímpicos. Con otros tres firmes aspirantes disputando el evento (Chicago, Madrid y Tokio) fue casi una hazaña que Río de Janeiro sea seleccionado como sede de los Juegos Olímpicos. La elección del Comité Olímpico de adjudicar los Juegos a Río significa que será la primera vez que este evento se lleva a cabo en América del Sur. Río de Janeiro, con una población de casi 6 millones de personas, ha destinado 14.400 millones de dólares para los preparativos de las Olimpíadas. La ciudad debe realizar importantes mejoras en cuanto a la infraestructura, lo que incluye transporte público, electricidad, sistemas de agua potable y cloacas, antes de proclamarse apta para recibir a los miles de atletas, miembros de la prensa y visitantes que llegarán con motivo de los Juegos. Pronóstico de la economía brasileña Se calcula que la economía brasileña podría dispararse al quinto lugar en el mundo dentro de quince años si el país continúa con su rumbo actual. El presidente planea dirigir este crecimiento previsto a un conjunto de proyectos sociales que buscan fomentar la educación, reducir la pobreza y fortalecer la tecnología. Si Brasil logra que más habitantes pertenezcan a la clase media, así como alentar a que más ciudadanos continúen con la educación universitaria y estimular la participación en las escuelas técnicas, no sólo será la quinta economía más grande en términos de PBI sino que también un sólido país incluyente. |